Noruega
Los escarpados fiordos noruegos, de extraordinaria belleza, recortan en profundidad la dentada costa hacia el interior. Los glaciares serpentean desde campos de hielo que figuran entre los más grandes de Europa.
El terreno montañoso del interior se asemeja a las murallas de una fortaleza natural y da lugar a islas rocosas que surgen de las aguas como apariciones. Y, por supuesto, está el atractivo primigenio, la sobria y abrumadora belleza del Ártico.
La observación de aves también es un plato fuerte, desde los frailecillos de Bleik a las aves marinas migratorias de Runde y Varanger.
Pero lo más espectacular está en el Alto Ártico de Noruega, en Svalbard, donde osos polares y morsas son estampas características de una naturaleza impresionante.