Croacia
La fantasía mediterránea de vivir días cálidos junto a aguas color zafiro a la sombra de antiguas ciudades amuralladas se hace realidad en Croacia.
Lo positivo de este continuo trasiego ha sido el rico legado cultural que ha ido dejando a su paso. Palacios venecianos junto a fuertes napoleónicos, columnas romanas que sobresalen de iglesias eslavas primitivas o mansiones vienesas frente a esculturas socialistas.
El karst de caliza ha creado un maravilloso paisaje de picos, cavernas, cañones, cascadas y lagos increíblemente pintoresco. Al adentrarse en el interior el terreno vuelve a allanarse, convirtiéndose en tierras de cultivo.
Las tabernas familiares preparan cocina casera sencilla, pero no dejan de aparecer nuevos chefs que dan a la gastronomía un toque más atrevido. Los vinos y los aceites de oliva croatas se están haciendo un hueco en el mercado internacional.