Corea del Sur
Los modales exquisitos desempeñan un papel crucial en el trato de los coreanos con los forasteros. La amabilidad se prodiga en el país, ya sea en una oficina de turismo, al preguntar una dirección o conversando con cualquiera.
Los principios confucianos han forjado un acendrado civismo en una sociedad que quizá sea introspectiva, pero también decorosa y optimista. Aunque se recorran paisajes maravillosos o se oteen mares deslumbrantes, la mitad de las experiencias del viaje tendrán que ver con la gente.
Es difícil doblar una esquina sin tropezar con una caseta de información turística, una bulliciosa estación de metro o un taxi en esta urbe polifacética donde los palacios meticulosamente reconstruidos coexisten con bulliciosos mercados nocturnos y una arquitectura de espectacular modernidad.
Los coreanos están orgullosos de su cultura culinaria, y con razón, habida cuenta del surtido de platos, sabores, aromas y texturas, que se acompañan con un mareante muestrario de bebidas alcohólicas.